Esclavitud en su forma perversa es la condición de un alma extraviada de su propósito, esclavitud es la falta de entendimiento que gusta de la muerte, esclavitud es el desperdicio de la vida.
Las ideas engendradas en la mente del hombre solo pueden corromper el propósito divino, y muchas de estas ideas han hecho mucho daño.
Algunas ideas que han mantenido esclava a la esposa de Cristo son:
– Viene la gran tribulación, teme a Dios y no pierdas la salvación…
– Huy!!!, estamos atravesando lo que se llama principio de dolores…
– Que no seas contado entre los que se quedan en el arrebatamiento…
– Si eres de los que temen a Jehová, la persecución, la tribulación, no te alcanzará…
– Las profecías se están cumpliendo, arrepiéntete…
– Jesucristo viene a rescatar, a salvar (arrebatar) a su iglesia del fin de esta perversa humanidad…
– Cristo viene pronto…
Lector, si prestas debida atención a los enunciados previos, te darás cuenta que todos infunden temor como medio de disuasión para que aceptes a Cristo como tú Señor.
Esto es una vil trampa para que “llegues” a la iglesia desde una perspectiva pesimista, que lucha por sobrevivir en este perverso mundo hasta que llegue su príncipe azul a rescatarla en su corcel blanco, una trampa donde el sacrificio en la cruz no fue suficiente, una idea en la que somos más que vencedores ya, pero todavía no; donde somos reyes y sacerdotes ya, pero todavía no; donde Cristo está sentado en el trono reinando, pero todavía nosotros no, donde tú haces obras para demostrar que eres de Cristo y en consecuencia digno de ser arrebatado.
Nos hemos engañado a nosotros mismos, a causa de nuestro egoísmo y falta de amor. Satanás ha tenido un gran aliado en el ego del hombre de ésta época, donde sólo la vanidad del ser humano crece y crece desmesuradamente.
Vivimos atribulados en nuestras propias interpretaciones, creyendo en los ecos de profecías pasadas a las que les hemos dado connotaciones de doble y hasta triple cumplimiento.
Vendrán más terremotos, vendrán más pestilencias, vendrán más guerras, vendrán más inundaciones, vendrá más de todo. Eso es lo que ha sido y será en una tierra redimida pero con un mayordomo que duerme en las alas del engaño. Las escrituras nos advierten de un tiempo en que se buscará mantener engañadas a las naciones en los tiempos de los gentiles.
La verdad es la que nos hace libres, la mentira, el temor y el engaño, esclavizan la mente de las personas para que se mantengan desenfocadas de su verdadero propósito, en el tiempo que les ha tocado vivir.
Mi biblia dice que hacer a Cristo mi Señor es recibir adelantada la condena por mi pecado, la cual es condena de muerte en Él. Mi biblia dice que al hacerlo mi Señor, le otorgo todo derecho sobre la vida que Él mismo me dio, haciendo un acto de justo reconocimiento sobre aquel que me tomo en Él, desde antes que se hicieran todas las cosas que se ven. Mi biblia dice que al hacerlo mi Señor, Él compra el amor del Padre para mí, también compra mi justificación, mi santificación y mi glorificación. Mi biblia no dice esas palabras de forma textual, así que las hablo desde la perspectiva de aquel que tiene todo el poder y la majestad (Cristo), no desde mi condición humana.
Amados, debemos entender que estamos viviendo en el tiempo más hermoso del nuevo pacto, un pacto donde el tiempo del primero se cumplió, dando fin a la prevaricación de los hombres hace más de dos milenios. Hace ya mucho tiempo que el hijo del hombre vino para salvar UNA SOLA VEZ Y PARA SIEMPRE. Hace mucho tiempo que Él envío a sus ángeles para reunir y llevar a la mujer que dio a luz (la fracción judía cristiana) fuera de Jerusalén y su templo antes de ser destruidos, Él cumplió lo que dijo en Mateo 24.
La ceguera, la soberanía y la falta de humildad no nos deja ver esta verdad, y quizás leer apresuradamente basamentos descontextualizados por esquemas y conceptos preestablecidos, nos mantienen dando por verdadero lo falso, creyendo vanidosamente que no somos capaces de equivocarnos por tener al Espíritu Santo que nos guía.
Hoy sólo existen ecos de guerras, ecos de terremotos, ecos de pestes, ecos de tribulación, ecos de arrebatamiento salvador, que los gentiles nos hemos buscado por tener mentes esclavas, al servicio de poderes que bajo la bandera del engaño y el temor tienen dominada y dormida a gran parte de la esposa del Cordero.
Mientras el hombre redimido no despierte en unidad para manifestar la gloria de Dios; la creación, el mundo, sus mares, sus montañas y sus bestias, no experimentarán la redención que se habló sobre ellos. Cristo hizo lo más difícil, hagamos nosotros la tarea que nos corresponde para este tiempo.
Cristo está trayendo despertar, el Espíritu fiel ha estado revelando incansablemente la verdad que nos hace libres para este tiempo, se que las cosas van a cambiar de forma sobrenatural por la oración de muchos que ven la inconsistencia de un mensaje de futura salvación contra el mensaje del Reino que vino hace más de dos mil años.