Corazón de Piedra

Para Dios no hay nada imposible. Él es especialista en hacer nuevas todas las cosas.

¿Qué es un corazón de piedra?
 
Básicamente es un corazón incapaz de cambiar por si solo. Esta figura es fiel ejemplo de la tragedia humana separada de Dios.
Jesucristo mismo es comparado a una roca, Él no varía.
 
Un corazón de piedra no tiene arreglo dentro de las limitaciones humanas.
 
Cuando se ha perdido toda sensibilidad, no hay más por hacer. Es como la piel que hace cayó profundo, puedes exponerla al frío o calor y no notará la diferencia porque está muerta.
 
Habrán personas que van a una iglesia y no sienten absolutamente nada, para ellos es como estar en cualquier parte, han perdido toda confianza en las personas, ya no creen, sólo lo hacen en sus conceptos y prejuicios formados a lo largo de sus vidas.
 
A estas personas sólo la misericordia de Dios les puede rescatar, sólo el poder transformador de aquel que convierte la muerte en vida puede lograr ese milagro, ¿cuál milagro?, el de sustituir un corazón de piedra por uno de carne.
 
Ezequiel 11:19 dice: “Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne,”.
 
Este versículo es claro, podemos advertir que solo Dios puede hacer realidad esta operación espiritual del pecho, pero debemos estar claros en algo. El tener un corazón de carne no te hará crédulo, no te hará cambiar y no te hará sensible a las cosas divinas. Sólo tu confianza en Dios puede hacerlo, esa confianza que llamamos Fe.
 
Ésta fe la llevamos todos, pero la lógica, la ciencia humana, la idolatría y nuestros desenfrenos, la han ahogado.
 
La escritura dice que podemos renovar nuestro entendimiento y transformarlo en consecuencia, pero no ocurre así con el corazón esencial de nuestro ser, éste debe ser sustituido, no se puede renovar y transformar; éste es el gran problema.
 
En el contexto del versículo de Ezequiel, el pueblo de Israel debió primeramente abandonar sus idolatrías y sus abominaciones, éste es el sacrificio que se nos exige para poder recibir el trasplante. Dios sabe que si no hacemos eso, de nada valdrá el nuevo corazón de carne que Él nos da, porque ese corazón tendría ese mismo destino de piedra.
 
Quitar todo ídolo: sea cónyuge, hijos, trabajo, dinero, falsos dioses ajenos, religión, estampita  y hasta la misma ley de Dios que muchos de nosotros la hemos convertido en Dios, así como abandonar nuestras conductas pecaminosas que sabemos son abominación delante de Jehová, son la clave para que con un nuevo corazón de carne, volvamos a tener sensibilidad espiritual y así poder apacentar en el único gobierno de Dios sobre nuestras vidas.

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