Un problema de inercia

La perseverancia vencerá la resistencia y los que perseveran alcanzaran la salvación.

Conocemos como inercia la resistencia que opone la materia al modificar su estado de movimiento. Parece extraño hablar de conceptos de la física en temas espirituales, definitivamente sí.
 
El apóstol Pablo muy asertivamente dice en Romanos 1:20: “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo «que no tienen» excusa.”
 
De la inercia podemos extraer el por que nuestra vida espiritual es tan pobre o mediocre en muchos casos. Hacer que un objeto que está en movimiento continúe haciéndolo es mas fácil que hacer mover un cuerpo que está detenido, esto exige una fuerza mayor, lo puedes notar cuando abres el portón de un estacionamiento.
Si empujas un portón hasta que empiece a moverse y luego lo dejas de hacer este se detendrá y deberás volver a hacerlo hasta lograr abrirlo por completo, entonces harás mucho mayor esfuerzo que si solo lo empujas de manera continua hasta el final.
 
Esto es exactamente lo que pasa con nuestra vida espiritual, nos cuesta mucho desarrollarla porque vamos a la iglesia, estamos activos un par de horas y luego nos detenemos hasta la próxima oportunidad. Nos resistimos a mantener empujando de forma continua nuestra comunión con Dios (no hay perseverancia), como consecuencia terminamos deteniendo nuestra vida espiritual, y para volver a ponerla en marcha nos cuesta mucho.
 
Hoy te digo: “Vence la inercia” y ponte en movimiento, no dejes que nada detenga tu vida espiritual, mantén tu comunión con Dios en la mañana, en la tarde y en la noche; consulta a Jehová en las grandes y pequeñas cosas de todos los días.
 
Si logramos entrar en el movimiento de la comunión diaria con Dios, entonces ese movimiento trabajará a favor nuestro para ayudarnos a vencer y nunca más detenernos.

Enseñanzas Recientes

También puede leer algunas de nuestras otras enseñanzas.

Contacto

Ministerios de La Gracia – Todos los Derechos Reservados.