Tiempos, tiempo y mitad de tiempo

Pido por la inspiración del Espíritu de Dios llenando tu mente y corazón en éste tiempo.

Cada quien debe hacer su parte en una orquesta sinfónica, cada uno con el instrumento y el don que le fue dado, los que tienen instrumentos de viento, de percusión, o de cuerdas, deben ubicarse donde corresponde, todos siguiendo el compás y el tiempo, hasta que les toque participar dentro del conjunto. Indiscutiblemente habrán instrumentos que tienen un mayor grado de protagonismo, así como otros que solo se escucharán una o dos veces.

Lo cierto es que el director ha previsto la participación de cada uno de ellos a fin de causar la mejor sensación en los oyentes.

Imagina si los músicos que tocan los instrumentos de percusión que van al final, se colocaran al frente de la orquesta sencillamente porque lo decidieron ellos. Todo sería un desastre, todo el esfuerzo se perdería.

El triángulo y las campanas tubulares son de los instrumentos que con menos frecuencia se escuchan en las canciones entre otros, ¿qué pasaría se ellos no estuvieran de acuerdo y sonaran durante toda una canción?.

Así mismo pasaría con los instrumentos que más están llamados a participar, como los violines, si ellos se negaran a ser tocados porque sencillamente se sienten abusados de tanto toque.

Cada músico en una orquesta sinfónica debe desempeñar su papel con el instrumento y el talento que le ha sido dado. Ya sea que toquen instrumentos de viento, percusión o cuerdas, todos deben ubicarse en su lugar correspondiente, siguiendo el compás y el tiempo, hasta que llegue su momento de participar en el conjunto. Indiscutiblemente, hay instrumentos que tienen un mayor protagonismo, mientras que otros solo se escuchan una o dos veces.

El director ha planificado cuidadosamente la participación de cada instrumento para causar la mejor impresión en los oyentes. Imagina si los músicos que tocan los instrumentos de percusión, que suelen estar al final, decidieran colocarse al frente de la orquesta simplemente porque así lo quisieron. Todo sería un desastre y el esfuerzo se perdería.

Instrumentos como el triángulo y las campanas tubulares se escuchan con menos frecuencia en las piezas orquestales. ¿Qué pasaría si estos instrumentos decidieran sonar durante toda la canción? Sería caótico.

De la misma manera, los instrumentos que están llamados a participar más frecuentemente, como los violines, si se negaran a ser tocados porque se sienten sobreutilizados, también causarían un gran desorden.

La expresión “tiempos, tiempo y mitad de un tiempo” aparece varias veces en las Escrituras, y su significado es profundo y crucial según el contexto, cumpliendo muchos propósitos dentro del concierto de los tiempos que Dios, como director, estableció.

Que puedas hacer lo que quieras con tu vida no impedirá que la voluntad de Dios se cumpla. Tu influencia, torciendo la voluntad de muchos hombres en contra del propósito divino, no impedirá que Dios haga su justicia.

Se nos avecina un año significativo dentro del concierto del siglo XXI, el cierre del primer cuarto. Los nacidos en el siglo XX tenemos la gran responsabilidad de formarnos para edificar a los nacidos en el presente siglo, y estos, a su vez, lo harán con los venideros.

Una vida con significado es una vida que persigue cumplir su propósito. No importa cuántas veces debas sonar ni la ubicación que tengas cuando esto ocurra; lo que importa es que lo hagas según la manera, el tiempo y las veces que debas hacerlo durante la canción de los siglos llamada justicia.

Si naciste sobre esta tierra, ten la seguridad de que fuiste escogido para sonar. Negarte a ello es necedad. Lo que hagas en tu voluntad será como tamo que lleva el viento, como la hierba que hoy es y mañana ya no.

El egoísmo nace del hombre mortal; este origen es su propia tumba y la insignificancia su cómplice y propósito.

En Cristo, todo acto de justicia, por muy pequeño que parezca, tiene carácter y significado de eternidad. Y tú, amado que lees estas líneas, has sido llamado a realizar múltiples actos de justicia.

Tres años y medio fue el tiempo que Dios estableció para que un hombre nacido de mujer cumpliera con toda justicia. Creo firmemente en mi corazón, que si aún estás con vida, deberías revisar profundamente tus actos, esperando te llegues a dar cuenta que tu plenitud está en derramarte como perfume de nardo en frasco de alabastro ante los demás.

Que tus cuerdas suenen, que tus vientos se sientan y tus percusiones retumben cuando, como, y las veces que Dios lo determine…

Bendigo tu vida y su propósito para este cierre del primer cuarto del siglo. Amén

 

 

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