Las personas a menudo encuentran la mentira más atractiva que la verdad, ya que suele ser más popular y llamativa. En este sentido, resulta más sencillo engañar a alguien para alcanzar un objetivo mediante mentiras que diciendo la verdad.
Las religiones pueden tener un impacto similar al de los políticos corruptos, ya que ambos buscan su propio beneficio. Sin embargo, hoy en día, las religiones ya no son el único medio que los gobiernos utilizan para controlar a las masas; ahora disponen de las redes sociales para tal fin. Por ello, es más necesario que nunca contar con políticos íntegros y ministros del Señor que hablen con sinceridad, sin recurrir a los sensacionalismos que algunos utilizan para ganar fama.
Las mentiras y los engaños no son algo nuevo en el mundo cristiano. Algunos surgieron de las buenas intenciones de sus proponentes, mientras que otros fueron elaborados desde las sombras por las élites que aún gobiernan el mundo.
A continuación, te presento algunos ejemplos de mentiras y engaños en distintas áreas que han mantenido cautivos por mucho tiempo a generaciones completas:
1. Teoría del Miasma: Desde la antigüedad hasta el siglo XIX, se creyó que las enfermedades eran causadas por “miasmas” o vapores nocivos provenientes de materia en descomposición. La teoría de los gérmenes, propuesta por científicos como Louis Pasteur y Robert Koch en el siglo XIX, demostró que las enfermedades son causadas por microorganismos. La Teoría del Miasma tardó aproximadamente 23 siglos en ser desmentida.
2. Teoría de los Cuatro Humores: Desde la antigüedad hasta el siglo XIX, la medicina se basó en la teoría de los cuatro humores (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra), propuesta por Hipócrates y Galeno. La medicina moderna ha demostrado que la salud no depende del equilibrio de estos humores, sino de factores biológicos, genéticos y ambientales. Este falso postulado tardó 22 siglos en desmentirse.
3. Alquimia: Durante más de mil años, se creyó que la alquimia podía transformar metales básicos en oro y descubrir el elixir de la vida eterna. La química moderna ha demostrado que la transmutación de metales y la creación de un elixir de vida eterna son imposibles según las leyes de la física y la química. Esta creencia tardó aproximadamente 15 siglos en ser desmontada.
4. Movimiento de la Prosperidad: Durante décadas, este movimiento enseñó que la riqueza material y el éxito financiero eran señales de la bendición de Dios y que la falta de estos indicaba una falta de fe. En tiempos recientes, muchos líderes evangélicos han criticado esta enseñanza, argumentando que la verdadera bendición de Dios no se mide por la riqueza material, sino por la relación con Dios y la vida espiritual. Han enfatizado que el Evangelio no promete prosperidad material, sino una vida de servicio y sacrificio, para saber vivir en la abundancia y en la escasez. Esta falsa enseñanza estuvo firmemente sostenida como cierta durante 5 décadas, aunque aún hay iglesias que siguen esta creencia.
5. Interpretación Literal de la Biblia: Durante mucho tiempo, algunas iglesias evangélicas enseñaron que la Biblia debía ser interpretada literalmente en todos sus aspectos, sin considerar el contexto histórico y cultural. En la actualidad, muchos estudiosos y teólogos evangélicos reconocen la importancia de interpretar la Biblia en su contexto histórico y cultural, y entienden que algunos pasajes son simbólicos o metafóricos. Esto ha llevado a una comprensión más matizada y profunda de las Escrituras. Esta interpretación errónea tardó 19 siglos en desmentirse.
6. Salvación Exclusiva de una Denominación: Algunas iglesias evangélicas enseñaron que solo los miembros de su denominación específica podían ser salvos. Hoy en día, muchos cristianos evangélicos reconocen que la salvación no está limitada a una sola denominación, sino que está disponible para todos los que tienen fe en Jesucristo y hacen su voluntad, independientemente de su afiliación denominacional. Esta comprensión ha promovido una mayor unidad y cooperación entre diferentes denominaciones cristianas. Esta errónea doctrina se mantuvo como cierta durante 2 siglos.
En la actualidad, la iglesia no está libre de engaños. Debemos realizar revisiones periódicas para cuestionar nuestras creencias y confirmar su veracidad divina. Creer que las doctrinas que manejamos hoy son totalmente ciertas e infalibles es caer en la ingenuidad. Contamos con la luz del Espíritu Santo y el testimonio escrito que nos continúa guiando a toda verdad.
Te invito a cuestionar sanamente lo que crees y lo que tienes como certeza, y te exhorto a que lo evalúes con humildad y mansedumbre. Recuerda que tu mejor maestro está en tu mente y corazón; esta es la garantía que tenemos los que caminamos en el nuevo pacto.