“… Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí” Jn 18:36.
Muchos han utilizado este versículo para argumentar que Cristo aún no reina sobre la tierra, sino que eso ocurrirá a partir de una segunda venida.
Efectivamente hay un mundo en la tierra que es el resultado de la voluntad del hombre sin Dios, ese sistema llamado mundo no tiene la naturaleza de Cristo, en consecuencia, el Reino de Cristo no es de ESE mundo corrupto del hombre. Sin embargo, Cristo le devolvió al hombre el derecho de operar en su Reino, es decir, en el mundo de Cristo, un mundo que se extiende más allá de los cielos y la tierra, un mundo que abarca todo lo que se ve y lo que no se ve.
Existen entonces distintos mundos según su alcance y sistema de operación, por ejemplo, seguramente escuchaste hablar del mundo de la informática, del mundo del cine, o el Inframundo. Distintos géneros de mundo pueden coexistir en un mismo espacio sin que tengan que mezclarse obligatoriamente. Que Cristo nada tenga del príncipe de este mundo, no significa que Él deba postergar su reinado; es tener una visión muy corta de lo que alcanzó Cristo cuando murió en la cruz del calvario.
Nobleza es la propiedad de resistirse a la mezcla. Es por eso que Cristo, el más noble, no puede tener nada en el mundo del hombre que torció su imagen, y el hombre sin Dios nada podrá llegar a tener en el mundo de Cristo, su Reino.
Ahora bien, un sistema de mundo si puede imponerse sobre otro, hasta el punto de hacerlo desaparecer. Si Dios nunca ha perdido una batalla, ¿cuál mundo crees que se ha ido imponiendo en la tierra, desde que Cristo ascendió triunfalmente, recibiendo su trono en el cielo: el de Cristo, o el de los hombres sin Dios?. Al principio eran 12, luego 120, y hoy son billones. Recuerda lo que dijo el profeta: “… Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra” Dn 2:35.
El Reino de los cielos se ha ido imponiendo paulatinamente como la semilla de mostaza, y como la levadura en las tres partes de harina.
“En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra”. Jer 33:15.
El renuevo llegó, brotó, y desde entonces dirige con vara de hierro, con toda autoridad y poder. Decir que es necesario que Cristo venga nuevamente a la tierra para que pueda Reinar, es conocer a un Cristo limitado.
Existen doctrinas humanas tan increíbles como las películas de ciencia ficción. Sin embargo, el hombre les otorga crédito por fe, y su convicción es tan fuerte que solo el Espíritu Santo podrá convencerlos de lo contrario.
Hay una regla fundamental para abordar la escritura, y es respetar el contexto, es irónico, grandes eruditos enseñan los fundamentos del contexto y son los primeros en violar este principio de estudio.
Un ejemplo de sacar fuera de contexto es Mateo 24, cuando todo lo que Jesús dijo se cumplió en esa generación.
Anhelo en mi corazón, que éstas palabras aviven en ti, el hambre y sed por las santas escrituras sin sesgos doctrinales.
Te bendigo…