¿Qué me separa del cuerpo?

Si te lastimas un dedo, ¿te duele?...

Una mano lava la otra y las dos lavan la cara. Una frase llena de infortunio, que ha sido utilizada por el corrupto para argumentar lo injustificable. Y aún así tiene algo de rescatable y es que las manos se lavan una a la otra, como debieran hacer los cristianos orando los unos por los otros.

¿Porqué existen celos, contiendas y disensiones en el cuerpo de Cristo?, la respuesta podría estar en la misma pregunta.

Veamos lo que no tiene sentido en esa pregunta; los celos, las contiendas, disensiones, a demás de otros problemas derivados de la conducta y el pensamiento humano como la envidia, malicia, jactancia, engaños, etc., tienen algo en común. Todos crean separación, y si la otra parte de la pregunta habla del cuerpo y el cuerpo es uno solo, entonces queda claro que todas estas formas dañinas no forman parte del cuerpo.

Si un dedo está lastimado, entonces el resto del cuerpo se duele con él y busca protegerlo, esto pasa porque el dedo es cuerpo. Jamás he visto que unos pies sientan envidia de las manos de un mismo cuerpo o viceversa.

Si la mujer es la contraparte del hombre, es decir, es la que completa al hombre, es decir, los dos forman el uno, entonces, ¿porqué un esposo es capaz de sentir envidia de su esposa?, ¿porqué una esposa es capaz de engañar a su esposo?. La respuesta ha estás preguntas es lamentable, sencillamente porque no son uno. Viven y duermen juntos pero solo en apariencia, no han desarrollado la madurez necesaria para entender que son uno.

Si uno es exitoso, entonces, ¿cómo reacciona el otro ante el éxito de su pareja?, ¿con envidia o con alegría?

¿Cómo sabes que formas parte del cuerpo de Cristo?, cuando tratas al resto del cuerpo como a ti mismo. Y si tienes pareja, entonces tienes ventaja, ya que practicas con ella o él todos los días lo que es ser un solo cuerpo.

Para servir al cuerpo de Cristo debemos ser cuerpo, no hay otra forma. El que sirve al cuerpo le servirá a la mano, a la pierna y a la cara con el mismo cuidado y amor, no hará acepciones.

Pero el estándar de Cristo es aún mas alto, Él le sirve a los que no son cuerpo como si fueran cuerpo, le lavó los pies a Judas y lo dejaba comer de su plato, sabiendo que no era cuerpo, porque éste era necesario para el propósito del cuerpo y es morir para el beneficio de todos.

En Cristo todos somos necesarios, inclusive el malo para el día malo y estos días son malos. Servir a lo que no es cuerpo como si fuera cuerpo te hace grande ante los ojos de Dios. Ese Dios poderoso envío a su hijo para salvar a justos e injustos, a malos y buenos, para redimir a los que son cuerpo y a los que quieran formar parte del cuerpo.

Así que cuando sientas envidia por tu prójimo, o cualquier otro sentimiento contrario a lo que es bueno, será un buen momento para que hagas un alto y puedas hacerte esta pregunta: ¿Qué me separa del cuerpo?, y pídele al Espíritu Santo ayuda para que te muestre y guíe en lo que debes hacer…

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