Hombre o mujer, de derechas o de izquierdas, si no es conmigo es contra mí, luz u oscuridad, arriba o abajo, afuera o adentro, frío o caliente, bueno o malo, si no recoge, desparrama.
Es evidente que la tragedia humana busca desmesuradamente llamar a lo malo bueno y a lo bueno malo, está escrito. Es imperativo para el mundo justificar lo torcido.
La moda de hoy es lo tibio, perece que mientras más tibio se es, mejor se encaja en la “cultura progre”.
Nuestros países latinos se están viendo afectados aceleradamente por la agenda del anticristo. Todos los espacios están siendo tomados, hasta el uniforme de los equipos de fútbol exhibe el arcoíris de moda.
Los métodos de falacias están haciendo estragos en las mentes débiles de adultos, jóvenes y niños. No se trata de nivel educativo o falta de éste. Muchos países desarrollados con niveles excelentes de educación (eso pensaba) están atestados de la agenda progre y en niveles de avance mucho mayores que los países mal llamados de tercer mundo.
Los ministros debemos enseñar en la congregaciones como operan los sistemas de engaño y mentiras.
El plan es claro, ponerse en el lugar de Dios, la agenda del anticristo va a pleno cumplimiento, está escrito.
Jesucristo lo dijo muy claramente: “si no es conmigo, es contra mí”. En el reino no hay grises, no hay tibios, no hay centro derecha o centro izquierda, no hay no binario, no hay elle, no hay intermedios. En el reino sólo hay arrepentidos.
Despierta, tú que estás leyendo estás líneas, tú que sabes lo que es bueno y malo, pero prefieres delegar la educación de tus hijos al mundo por comodidad. Tú que asistes a una iglesia delegando en ella tu tranquilidad, pensando que tus hijos van a estar bien en ella. Al final tus hijos harán lo que te vean hacer.
Si vas una vez el domingo, si no participas de las actividades y si te mantienes indiferente a tu crecer espiritual, entonces así hará tu hijo, cómo tú eres, así será. Un gris que aparenta ser blanco engañará al pastor, pero no a Dios.
Me recuerdo una película famosa de western, titulada: “El malo, el bueno y el feo”. Espero con fé en mi corazón que seas malo o bueno, pero no contado entre los feos.