En Cristo se diferencian dos tipos de personas, los de afuera y los íntimos.
A los íntimos se les da a conocer los misterios y los secretos, a los de afuera no. ¿Es esto hacer acepción de personas?. A simple vista sí, pero recordemos que hacer acepción pasa por beneficiar a uno en detrimento de otro, usando criterios afectivos, emocionales o por intereses egoístas, corruptos y también inmorales.
En este caso el Señor hace una distinción, llamando “los de afuera” a aquellos que no han sido llamados, y los que siendo llamados no han sido escogidos.
Los que no son de afuera son los que podemos llamar gente santa (Éxodo 19:6), es decir, aquellos que están alineados al propósito divino que Dios estableció para cada uno.
Hay muchas razones para buscar a Jesucristo, pero sólo una es válida y ésta es por amor. El que le busca de corazón hallará a Cristo, recordemos que Él es el propiciatorio y la propiciación. Cristo es el que busca la oportunidad, el tiempo y lugar, para otorgar el favor del Padre a nuestras vidas.
Las palabras de Marcos 4:11-12 son muy duras y difíciles de entender cuando se nos ha enseñado una magnitud de salvación que alcanza a todo en mundo. Debemos irnos hasta Isaías capítulo 6, para poder tener mayores luces a esta justicia, a ésta voluntad.
La escritura dice que en el futuro próximo el corazón de muchos se enfriará, ésto no deja fuera a aquellos corazones que desde Adán, se enfriaron a lo largo de los milenios.
Nadie tendrá excusas, no hay excusa válida para Dios cuando un hombre no acepta el sacrificio de Cristo en la cruz. A éstos se les está negada la palabra de vida, porque niegan a aquel que fue inmolado desde antes de la fundación del mundo.
Lo que más me entristece son los números de personas que tienen oportunidad y que nos muestra el Señor en Isaías. Y ésto se confirma con aquellos pocos que hallan la puerta estrecha y transitan el camino angosto, y aún así al final de los tiempos muchos de éstos también serán engañados.
Veo la ligereza de la gente inconversa y siento lástima, pero siento dolor por los “conversos”, aquellos que asisten a las congregaciones y oyen la palabra del testimonio, pero no tienen fe. De éstos hay muchos, más de lo que quisiera ver. Veo congregaciones multitudinarias y me preguntó cuántos de ellos son de afuera, y cuántos de ellos fueron llamados pero no escogidos, y cuántos de ellos serán esas cepas o retoños sobrevivientes de la corrupción del mundo.
Únicamente el fruto que es capaz de mostrar un corazón entregado a Cristo, será el testimonio del amor de Dios desarrollado en la vida de una persona.
Este escrito no está completo si dejas de leer y meditar en la escritura señalada. El propósito de esto es darte la oportunidad para que tú mismo descubras por el Espíritu que mora en ti, lo que Él tiene reservado para tu vida en éste tiempo.