Hace más de 500 años se creía que la tierra era plana, hoy día aún existen movimientos sociales que buscan rescatar esa afirmación y han logrado reunir varios argumentos para respaldarlo.
Quiero decir con esto, que el ser humano busca en sus pensamientos y razonamientos dar explicación a las cosas que se ven y aún a las que no se ven.
Hombres de Ciencia van y vienen, teorías van y vienen, unas tienen demostración y otras quedan en meras teorías, inclusive aquellas teorías consideradas por mucho tiempo como verdad, terminan siendo olvidadas.
Lo cierto es que la ciencia del hombre va de error en error hasta hallar “la verdad”. Y esta verdad con el tiempo empieza a sufrir alteraciones, entonces pregunto: ¿Era realmente La Verdad?.
Lo mismo pasa cuando buscamos el conocimiento de la letra (palabra) inspirada por Dios, dada a los hombres como testimonio de La Verdad.
El que ha estudiado y escudriñando las escrituras, ha debido pasar muchas veces por ella para encontrar, entender y hasta desarrollar “conceptos” que luego de un tiempo variaron poco, o cambiaron por completo su sentido.
¿Qué está mal?, definitivamente algo debe estar pasando. La palabra de Dios ha sufrido alteraciones y malas traducciones, esto es una realidad, aún así, estos cambios no han podido torcer la Justicia de Dios y la abrumadora mayoría de la inspiración e intención original de la letra.
Somos nosotros los que seguimos aderezando con “interpretaciones” lo que es de Dios, como si fuera poco, lo que llamamos palabra revelada (muchas de estas) también han sufrido el mismo destino de las malas interpretaciones. ¿Realmente han sido revelaciones del Espíritu para este tiempo?
“Desde mi perspectiva” y decirlo así ya es un error en sí mismo porque la perspectiva del hombre siempre está equivocada, me voy a apoyar en el pasaje de la escritura en 2Co 3:6 cuando dice: «el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.»
Quiero hacer énfasis en cómo Pablo aborda a ciertos discípulos en Efeso:
Hch 19:1-2: “Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, 2 les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.”
Fijémonos que lo primero o más importante para Pablo es saber si los hombres que tiene en frente tienen el Espíritu Santo. Esto es clave, Pablo nos deja ver qué sin el Espíritu Santo nada que haga el hombre tendrá sentido en la Justicia de Dios.
Inclusive, estás palabras que estás leyendo, sino llevan inspiración del Espíritu Santo serán de tropiezo principalmente para el autor y luego para los que beban de ella.
“…La letra mata, mas el espíritu vivifica.”, este debería ser nuestro enfoque como ministros. Debemos ocuparnos de tener intimidad con Papá, como aquellas vírgenes con lámparas llenas de aceite y encendidas, con Letra y con Espíritu. No como las otras vírgenes que tenían letra (lámpara), pero no Espíritu (aceite).
Este es un llamado de atención a nosotros los ministros, si la letra es indispensable, entonces el Espíritu es ESENCIAL. No sigamos cometiendo el error de abordar «La Letra» sin «El Espíritu». El gran poder del Iceberg está en la gran masa de Hielo que no se ve.