Queridos amigos,
Como reyes y sacerdotes que somos, es fundamental que reflexionemos sobre el concepto de justicia desde la perspectiva de Jehová Dios y su concejo divino. En Mateo 6:33 se nos dice: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Este versículo es crucial para entender cómo la justicia está intrínsecamente ligada a la voluntad de Dios. Es imposible hablar del reino de Dios sin justicia.
La justicia, según las escrituras, no es solo un concepto abstracto, sino que tiene aplicaciones prácticas en nuestras vidas y en la forma en que nos relacionamos con los demás. En Isaías 1:17 se nos insta a: “aprender a hacer el bien; buscar el juicio, restituir al agraviado, hacer justicia al huérfano y amparar a la viuda”. Estas palabras nos recuerdan que la justicia implica cuidar de los menos afortunados, proteger a los más vulnerables y corregir las injusticias que puedan enfrentar, haciendo nuestro mejor esfuerzo como el cuerpo de Cristo unido.
La justicia, vista desde el trono de gloria, se basa en hacer lo correcto, tratar a los demás con dignidad y respeto, y seguir los mandamientos de Dios. Como leemos en Proverbios 21:15, “La justicia hace regocijarse al justo, pero destrucción vendrá a los obradores de iniquidad”. Esto significa que la justicia no solo trae alegría a aquellos que la practican, sino que también tiene consecuencias para aquellos que no lo hacen.
La justicia, según las escrituras, también implica perdonar y mostrar misericordia. Miqueas 6:8 nos dice que: “El te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que Jehová requiere de ti sino hacer justicia, amar misericordia, y humillarte ante tu Dios?”. Vemos entonces que la misericordia y la compasión son elementos esenciales de la justicia de Dios.
La búsqueda de la justicia es parte integral de seguir la voluntad de Dios. Como nos enseña Mateo 23:23, “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley; juicio, misericordia y fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello”. Estas palabras de Jesús nos recuerdan la importancia de practicar la justicia y la misericordia como parte de nuestra fe.
Como líderes y ciudadanos del reino, tenemos la responsabilidad de buscar la justicia y seguir la voluntad de Dios en todo momento. Debemos esforzarnos por ser justos en nuestras acciones, equitativos en nuestras decisiones y compasivos en nuestras relaciones con los demás. La justicia es fundamental para construir una sociedad justa, entendida y está enraizada en los principios divinos.
En conclusión, es esencial recordar que la justicia es hacer la voluntad de Dios. La búsqueda de la justicia no es solo una responsabilidad moral, sino un llamado divino que se nos exhorta en las escrituras. Que podamos buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, y que nuestras acciones reflejen este mandato sagrado. A través de la justicia y la misericordia, podemos acercarnos más a Dios y contribuir a la extensión del reino de los cielos en un mundo más justo y compasivo.
Que Dios nos guíe y nos ayude a ser justos en todas nuestras acciones y palabras.