Luz del mundo y Sal de la tierra
Mt 5:13: “”Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿cómo la haremos salada otra vez? No sirve ya para nada, sino para ser echada fuera y ser pisoteada por los hombres.”
Mt 5:14: “”Ustedes son la luz del mundo. Un pueblo asentado sobre un monte no se puede esconder.”
Insípido es una sal que no sala, y una luz que no alumbra. ¿Qué está hablando el Señor Jesucristo en esos dos versículos?, está hablando de influencia.
De que te vale ser conocido en tu congregación como el que recibe a la gente, de que te vale ser conocido en tu congregación como el que reparte el vino y el pan, de que te sirve ser conocido en tu congregación como el que canta o toca un instrumento, o simplemente aquel que le lleva el jugo al pastor, si cuando sales de la iglesia pasas a ser uno más del montón.
Eres influyente puertas adentro, pero no lo eres puertas afuera. Eres en el mundo una sal que no sala y una luz que no alumbra.
¿Te das cuenta?, ¿de que te vale tu salvación tan grande, cuando tú testimonio de vida no es capaz de ser usado por el Espíritu para convencer a tu prójimo de arrepentimiento?
Es irónico, estamos en la era de los influencers, sin embargo, los que estamos llamados a ser influencers divinos, estamos insípidos de utilidad y atestados de importancia.
De que vale ser importante, cuando no se es útil, de que vale saber, si no hay quien haga, de que vale un Reino, si no hay quien lo predique con su testimonio de vida, de que vale temblar, caerse y hablar en lenguas en un servicio , si cuando sales al mundo no lo puedes afectar.
Puedes contestar honestamente a ésta pregunta: ¿Eres influencia en el mundo para Cristo, o sólo lo eres entre tus hermanos de la congregación?. ¿Cuántos se han convertido a Cristo por causa de lo que haces, y no por causa de lo que dices?
Manifestar el Reino, es hacer influencia en el mundo como hijo dependiente de Dios .
Despierta de la religión, despierta de la burbuja de la iglesia insípida, y ponte a ser influencia como la luz y la sal para transformar el mundo, fructifica, multiplica, llena, sojuzga y señorea la tierra en la autoridad de Jesucristo. Amén.