Guerra o Lucha Espiritual

El primer campo de batalla es la mente y el segundo campo de batalla son los territorios del mundo, donde la iglesia esta llamada a establecer el gobierno de nuestro Señor.

Cada palabra que utilizamos para describir o anunciar la verdad espiritual debe ser bien entendida.  Los textos bíblicos que manejamos hoy en día son traducciones que deben abordarse siempre desde el espíritu de la palabra, el propósito y su contexto. 

Es así como nos introducimos en este espinoso tema de la «guerra espiritual».  Éste término no lo vamos a encontrar en la versión más difundida de la biblia que estudiamos los cristianos (RV60), pero eso no significa que no exista.  Efesios 6:12 utiliza la palabra «lucha» y otras versiones utilizan la palabra «pelea», estos términos le dan una connotación mas personal y apropiada que «guerra».

Definitivamente libramos una lucha en un mundo físico con implicaciones netamente espirituales, e aquí lo complicado del asunto.  La lucha contra principados, potestades, gobernadores y huestes se da dentro del contexto de la «obediencia y el sometimiento a Dios», si leemos el capitulo 6 de Efesios nos daremos cuenta de ello.  Más que alzar la voz o dar gritos mandando a reprender al diablo y sus maquinaciones (que es necesario para desarrollar nuestra identidad y autoridad ante el mundo), el asunto se orienta más a no resistirnos y obedecer la voluntad de nuestro hacedor. En otras palabras, la lucha espiritual es por nuestra «obediencia a Dios». La pelea se lleva a cabo en el terreno de nuestro pensamiento (nuestra mente), donde todo lo que se llama tinieblas trabaja en función de implantar la duda, el desconsuelo, la mentira y el engaño ante la verdad de Cristo.

El otro campo de batalla son los territorios, los dominios. La autoridad que se entregó a los principados y potestades debe ser revocada por la máxima autoridad delegada en este mundo por el Señor Jesucristo, es autoridad es la iglesia del nuevo pacto.

Establecer una lucha cuerpo a cuerpo con las huestes de maldad es un acto necio e ignorante, la escritura advierte del poder y la fuerza que tienen los ángeles en comparación a los hombres cuando no se opera desde la plenitud de Cristo. El poder de las tinieblas es grande, pero limitado y no se compara ante los ejércitos de Jehová, recordemos que ya fueron vencidos.

La forma más sencilla de entender la lucha espiritual la podemos ver en Santiago 4:7 que dice: «someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros». Este versículo es poderoso, resume la lucha en tres etapas, donde nosotros solo debemos hacer la primera parte, que es la más difícil de lograr para el egoísta corazón del hombre. Si un hombre es capaz de someter todo su ser a Dios significa que ese hombre esta en Cristo, la segunda etapa, la de resistir esta ganada de antemano, porque en Cristo somos mas que vencedores, así que la firmeza necesaria está garantizada en Cristo, si y sólo si estamos en Él. Finalmente el diablo se retira (huirá), pero eso no significa que no intente destruirnos una y otra vez, por eso el que crea estar firme mire que no caiga.      

La palabra clave para salir victoriosos en la lucha espiritual es SANTIDAD, que no es otra cosa que vivir apartado para hacer la voluntad de Jehová caminando en un propósito definido.

Enseñanzas Recientes

También puede leer algunas de nuestras otras enseñanzas.

Contacto

Ministerios de La Gracia – Todos los Derechos Reservados.