Efesios 4:11 “Y el mismo constituyó a unos apóstoles; a otros profetas; a otros evangelistas; a otros pastores y maestros”
En el Nuevo Testamento, los evangelistas son hombres de Dios a quienes él llamó; capacitó y envió para que proclamaran el evangelio de salvación a todos los perdidos, y a la vez ayudar a edificar y establecer nuevas iglesias en una ciudad.
El evangelista es imprescindible y necesario en el plan de Dios para su iglesia. Las iglesias que no toman en cuenta éste ministerio se convertirán en iglesias inactivas y desprovistas de crecimiento numérico; por el contrario las iglesias que valoran el ministerio de evangelista, mantienen ferviente amor e interés por los que están perdidos.
El evangelista es una persona con el significativo ministerio de llevar el mensaje de las buenas nuevas de salvación de Jesucristo. El corazón de un evangelista se centra alrededor de una profunda carga por ver a los perdidos, venir al conocimiento de la salvación a través de Cristo.
El otro lado de su ministerio es el de enseñar, motivar e impartir pasión por los perdidos del cuerpo de Cristo, para que éstos compartan su fe.
Como el resto de los ministerios Cristo es el modelo por excelencia, el comisionó, equipó y separó algunos para cumplir éste llamado; según Efesios 4:11, habiendo experimentado y probado su propio ministerio como un evangelista. El puede impartir y ministrar las necesidades de aquellos a quienes él llamó a éste oficio, dándoles pasión por las almas y el conocimiento para enseñar a los santos, a usar sabiduría y convertirse así en pescadores de hombres.
La escritura dice en Proverbios 11:3 “… El que gana almas es sabio”. Jesús mostró ésta sabiduría para ganar almas en Juan 4, cuando le predicó a la mujer en el pozo de Samaria.
TRES PALABRAS
El Nuevo Testamento contiene tres palabras en el griego, que están asociadas con el Evangelistas, las cuales se relacionan entre sí, aunque teniendo una ligera diferencia entre ellas, pero a que al unirlas nos proveerán un entendimiento más claro del ministerio del Evangelistas.
La primera palabra que estudiaremos es la palabra del griego Evangelistes, ésta palabra sólo ocurre tres veces en el Nuevo Testamento. A continuación los versículos donde se mencionan.
Efesios 4:11, “Y a unos constituyó …evangelistas…”.
Hechos 21:8, “Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista que era uno de los siete, posamos con él”.
2 Tim.4:5, “Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, has obra de evangelista, cumple tu ministerio”.
Evangelistes: Es un término compuesto por dos palabras griegas eu: bueno y angelos: mensajeros, juntándose ambas palabras tenemos el significado “un mensajero de lo bueno”, se refiere al mensajero quien ha sido llamado y comisionado por Dios.
La segunda palabra que describe el oficio del evangelista, aparece 77 veces en el Nuevo Testamento y es la palabra del griego Evangelion, comúnmente traducida “Evangelio”, la cuál literalmente significa “buenas nuevas” y denota las buenas noticias del reino de Dios a través de Cristo para recibir por la fe basado en su muerte, sepultura, resurrección, ascensión y retorno.
Evangelion denotaba originalmente una recompensa por buenas nuevas; más tarde desapareció la idea de la recompensa y la palabra vino a denotar, las mismas “buenas nuevas”, entonces podemos decir que Evangelion son
“buenas nuevas” o “buenas noticias”. En ésta palabra se resume todo el mensaje cristiano.
Algunas veces se usa para: el evangelio de Dios, Mr.1:14, 1Tes.2:2; otras veces se dice que de Jesucristo, Mr.1:1, 2Cor.4:4; otras que es de Pablo, 2Cor.4:3.
El Evangelion es para todos los hombres, Mr.16:15, no es un descubrimiento humano, “es una revelación de Dios” Gál.1:11-12; el evangelion es algo que los hombres deben creer, Mr.1:15; es algo que quien lo conoce debe
Proclamar a otros, Rom.15:19; es algo por lo cual se debe arriesgar todo, Mr.8:35; Rom.1:16; es algo a lo que el hombre debe servir, Rom.1:2; es algo que el hombre debe defender, Fil. 1:7; es también algo que el hombre puede obstaculizar, desaprovechar, pervertir o distorsionar, 1Cor.9:12; Gál.1:6-7; 2Cor.11:4.
Otras implicaciones de éstas palabras son: Buenas nuevas de verdad, Gál.2:5; buenas nuevas de esperanza, buenas nuevas de paz, Ef.6.15; buenas nuevas de las promesas de Dios, Ef.3.6; buenas nuevas de inmortalidad, 2Tim.1:10; buenas nuevas del Cristo resucitado, 1Cor.15:1; buenas nuevas de salvación, Ef.1:13.
La tercera palabra griega es Evangelizo, que significa literalmente predicar, traer o anunciar buenas nuevas. Se encuentra 90 veces en el Nuevo Testamento, casi siempre se traduce, como las buenas nuevas concerniente al Hijo de Dios.
La Biblia habla de un ministerio de exhortación en Rom. 12:8 dice: “El que exhorta, en la exhortación…”
Al que muchas veces llamamos “evangelistas” es un “exhortador” o motivador. El exhortador tiene una habilidad sobrenatural de animar a otros hacia el progreso del crecimiento personal. Aman el animar, consolar, aconsejar y fortalecer a otros; aman el conversar. Su más grande gozo viene al ayudar a otros crecer, madurar y vivir victoriosamente. Ellos dan confianza y esperanza a la gente.
Hch.11:23, “Este cuando llegó, y vio la gracia de Dios se regocijó y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor”.
CARACTERISTICAS DEL EVANGELISTA
1- Énfasis en predicar la Palabra de Dios, Jesucristo y el Reino de Dios, Mr.16:15-16; 2Tim.4:2; Hch.8:4-5.
2- Énfasis en el arrepentimiento público, decisiones y bautismo, Hch.8:12-13.
3- Reconoce del valor eterno de un alma.
4- Muestra pasión en lugar de posición, Fil.2.6-8.
5- Manifestaciones del poder sobrenatural de Dios. Para quebrantar los poderes de las tinieblas, Hch.8:6-8; Luc.4:18-19.
6- El evangelista se mueve fundamentalmente entre dones espirituales, éstos son: Don de fe, don de sanidades y el don de milagros.
La obra del evangelista “evangelistas” es predicar “evangelizo”, las buenas noticias “evangelion” del reino y de Cristo.
2 Tim.4:5, “Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, has obra de evangelista, cumple tu ministerio”.
PENSAMIENTOS SOBRE EL EVANGELISMO
Por el Evang. Reinhard Bonnke.
El evangelio es eterno, pero no tenemos una eternidad para predicarlo, sólo contamos con el tiempo que duren nuestras vidas para alcanzar a aquellos que viven mientras nosotros vivimos.
Lo que impulsa a Dios es el peligro en que se encuentran los seres humanos cuando no tienen a Cristo, para Él la pasión del calvario fue algo imperativo.
Cuando se salva una persona mayor, se salva un alma; cuando se salva a un joven, se salvan dos cosas: Un alma y una vida.
Morir haciendo algo por Cristo, puede ser el propósito de más de una persona, Cristo es glorificado cuando la gente se salva, ya sea por nuestra muerte o por nuestra vida, es lo mismo.
No predicar el evangelio significa atar, ¡dejar de divulgar la Palabra de Dios equivale a esconder el remedio del paciente!.
Sólo hay una cosa que impulsa al evangelista, el evangelio; lo demás no importa, ni la fama, ni el dinero, ni la popularidad, ni siquiera la vida misma.
Tengamos muy presente que cada día millones se pierden y pasan a la condenación eterna por no aceptar el evangelio de Jesucristo, pero sabiendo que muchos de ellos nunca lo escucharon, Rom. 10:8-21. Y que el ministerio de evangelización no solo es para los evangelistas, sino que compete a todo miembro del cuerpo de Cristo, 2Cor.5:11-21; imitemos al Pablo que dijo: “Hay de mi sino predico el evangelio” y no se avergonzó de predicarlo y lo llevó a todo lugar.
Agradecimiento especial al Maestro de la Palabra Ramón Ontivero