ESPERAR es tener la esperanza de realizar algo que se desea. Es creer o tener confianza en que sucederá una cosa.





Cómo se espera la paz en medio de la crisis?
Dile no a la queja y a la murmuración, no a la duda, deja de añorar los tiempos pasados porque el mejor día es el que estás viviendo. Eclesiastés 7:10 dice: «Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que éstos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría.»
El pasado no lo puedes cambiar, pero tu presente si puede preparar tu futuro de victoria, aquel que Cristo ya conquistó en la Cruz.
Muchas veces decimos que Dios nunca llega tarde; pero es que generalmente tampoco llega temprano, porque el usa estos periodos de espera para que podamos hacer crecer esa medida de fe que nos dió.
Dice el libro de Romanos en el capítulo 4, que Abraham creyó en esperanza contra esperanza y no se debilitó en la fe, tampoco dudó. Así como Abraham, podemos ver en la biblia hombres y mujeres que esperaron, trabajaron, caminaron, se unieron a la voluntad de Dios; algunos alcanzaron la promesas y otros no. Hombres y mujeres que se dejaron tratar por Dios en su temperamento uniéndose al plan divino para formar el carácter de Cristo.
Moisés murió sin poder entrar a la tierra prometida, sólo la vio de lejos.
Alcanzando o no la promesa, tu y yo debemos caminar para ser INSTRUMENTO EN LAS MANOS DE DIOS, nuestras vidas están escondidas en Cristo y es desde allí donde debemos comenzar a manifestar el Reino de los Cielos en esta tierra. Que la espera por la restauración de la tierra se convierta en el propósito por el cual cada día te levantes y determines convertirte en la provisión de Dios, para llevar paz, gozo, buenas nuevas, sanidad, salvación y vida al lugar que estés.
2 Corintios 4:17-18: «Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez mas excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.