El Reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan
En el Reino, todo se arrebata. Sencilla pero poderosa frase que encierra muchas de las respuestas que han estado escondidas detrás de nuestra negligencia a la hora de escudriñar las escrituras. Dios en su infinita misericordia nos deja entre ver esta gran verdad para que la apliquen los reyes y sacerdotes de su Reino.
El mismo Cristo es el mejor ejemplo de esta verdad que hoy puede iluminar tu vida. Cristo murió en la Cruz y nos compró con el precio de su sangre. Pero como ya mencioné, en el Reino todo se arrebata, así que Cristo nos arrebató para Él, luego de su ascensión al trono.
Col 1:13-14: “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.”
Ef 2:6: “y «juntamente con él nos resucitó,» y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,”
Estos dos versículos nos hacen ver claramente nuestra condición de haber sido tomados para Cristo.
No confundas la doctrina del hombre sobre el arrebatamiento apocalíptico en un futuro próximo, con la forma de arrebatar en el Reino, para que puedas alcanzar la comprensión correcta de ésta enseñanza.
El arrebatamiento del que hablo, está enmarcado en todo el contexto del Reino de Dios que Cristo re-estableció en la tierra desde que inició su vida pública.
Todo en el Reino se arrebata, es decir, todo en el Reino se obtiene con esfuerzo y valentía. El primer líder que puso sus pies en la tierra que le fue prometida a Abraham para hacerla el Reino de Israel fue Josué. Y a él se le dijo: “esfuérzate y se valiente”.
Josué, y la nueva generación de Israelitas que si creyeron en la palabra de conquista del territorio, fueron los que llevaron acabo la justicia de Dios, atravesando el Jordán y poseyendo la tierra que pisaron las plantas de sus pies. ¿Cómo se hizo eso?, arrebatando la tierra a naciones más grandes y fuertes que ellos.
Otra dimensión del Reino y su operación, la podemos encontrar en las bendiciones de Dios. Las bendiciones son los dichos del Reino que se activan para los que creen, y los que creen arrebatan. Cuando una bendición es arrebatada, detrás de ella viene su cumplimiento.
La escritura nos dice que Dios nos bendijo con toda bendición espiritual en Cristo. Si desglosas ese versículo, encontrarás las respuestas que desde hace tiempo esperas. Primeramente, se declaró que todas las bendiciones del Reino nos pertenecen, pero como todo en el Reino, aún cuando las bendiciones nos pertenezcan, tenemos que arrebatarlas. ¿Pero cómo?. Con la fe manifestada en el esfuerzo y valentía de hacer realidad lo que Dios dice.
Deja de preguntarte por qué Dios no te bendice o por qué sus bendiciones no se cumplen en tu vida. En lugar de eso, toma acción y arrebata las bendiciones que Dios tiene para ti.
Las bendiciones espirituales son leyes verdaderas que se cumplen por si mismas, no necesitan de la voluntad de nadie para que se ejecuten. En consecuencia podemos decir con total claridad que las bendiciones de Dios son del Reino, y si todo lo que es del Reino se arrebata, entonces las bendiciones, aunque ya sean nuestras, las debemos arrebatar.
Toda obra concerniente al Reino se arrebata, es por eso que no todos llegan a formar parte del Reino. Se requiere nacer de nuevo renovando el entendimiento y eso también es obra del Reino, así que debemos arrebatar el nuevo nacimiento y esa renovación.
En Cristo resucitamos, pero la resurrección es del Reino, esto quiere decir que para vivir como resucitado tenemos que arrebatar la gracia de la resurrección.
¿Te has dado cuenta?, todo, todo exige esfuerzo y valentía en el Reino, todo nos llega por gracia, y los entendidos honran la gracia recibida arrebatando cada cosa que se nos da.
Fíjate bien que en la actualidad, los gobiernos que esclavizan calman a los pueblos regalándoles dinero en forma de bonos. Esto busca generar una dependencia perniciosa que usurpa la dependencia divina de Dios. En cambio, la forma como Dios estableció su libertad, es dirigir a cada hombre y mujer para que se conquiste así mismo por amor a Dios, arrebatando cada gramo de su herencia recibida por gracia con esfuerzo y valentía.
Jn 5:17: «Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.»
Si dices ser íntegro, manifiéstalo, si dices ser responsable, manifiéstalo, si dices ser hijo de Dios, manifiéstalo, no hay otra forma. Nuestra manifestación sobre la creación, provoca la influencia divina que continúa renovando la tierra y los cielos que habla el profeta Isaías.
Is 65:17: “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento.”
¿Por qué crees que Cristo dijo que se tomará a Él mismo?. Porque los nuevos Cristos terminarán la obra de Dios extendiendo el Edén sobre toda la tierra.