¿Cosmo qué?, ¡Cosmovisión!

¿Cuándo fué la última vez que revisaste tu manera de ver el mundo?

     La visión de reino es la visión del mundo desde la perspectiva del consejo divino, o dicho de otra forma, la cosmovisión cristiana es la visión de reino vista desde el trono de Dios.

Sin visión no se alcanzan los destinos…

Esta frase representa para mí, la oportunidad de dar a conocer la visión del mundo (cosmovisión) que Dios ordenó desde la perspectiva de sus ojos.

Nótese que cuando los profetas del antiguo pacto escribían sus visiones, lo hacían desde la posición del trono, porque hasta allí eran llevados. Este aspecto significativo de la profecía lo hemos pasado por alto con facilidad, es por eso que cometemos muchos errores a la hora de enfrentarnos a la escritura, estamos acostumbrados a pesar lo divino desde nuestro espíritu, desde nuestra perspectiva y desde nuestras limitaciones.

¿Cuál es la visión de mundo que al Dios de Gloria le plació tener?

Para contestar eso debemos posicionamos en el trono de Dios, dicho de otra forma, ponernos en sus zapatos, esa es la perspectiva correcta. Y, ¿qué nos encontramos?, nos encontramos con la visión de un Rey absoluto e indiscutible, que tiene el control de todas las cosas, al cual nada se le escapa.

Por naturaleza divina, la visión del Rey es una visión de Reino, Dios nos revela esa visión al tener un trono.

Esa condición es la clave que sustenta la manera como Dios se da a conocer al hombre que creó.

Al darle su imagen y semejanza, dotó a ese hombre con atributos de rey, y un rey está hecho para reinar.

Nuestra concepción de rey se encuentra limitada por nuestra visión errónea del mundo, por nuestras experiencias y por nuestra posición. Tenemos un Rey que se hizo siervo , que sirve a los demás, capaz de lavar los pies de sus súbditos porque los trata como a mayores que Él. Tenemos que reconocer que tenemos un problema de visión y del concepto de rey.

El diseño del hombre fue único en la creación, no sólo por su forma, sino más bien por su propósito (fondo), la visión del mundo que Dios ordenó, fué colocar al hombre en la tierra como Él en los cielos. Por eso le dio al hombre la instrucción de señorear.

Desde que Cristo venció al usurpador en la cruz, el hombre quedó nuevamente en posición de reinado (no podía quedar un vacío de poder). Al mismo Jesucristo como hombre, le fue dada toda potencia y toda autoridad sobre los cielos y la tierra. Algunas doctrinas enseñan que Jesucristo reinará luego de su segunda venida a la tierra, y será entonces cuando el hombre podrá ejercer el señorío. ¿Y mientras tanto el vencido sigue de fiesta?.

La profecía de Daniel sobre las setenta semanas no habla de un tiempo de espera, no habla de un paréntesis. Esa profecía debe ser contrastada con la visión que tuvo Nabucodonosor sobre la estatua y la piedra que la destruyó. La estatua fue desmenuzada e inmediatamente dice la escritura que se empezó a formar un monte que llenó toda la tierra.

Todas las señales que habló Jesús en Mateo 24 fueron cumplidas antes que pasara la generación que vivió en ese tiempo. Interpretar otra cosa es decir que Cristo se equivocó, convirtiéndolo en un falso profeta.

Los que defienden el “tiempo de gracia o la dispensación de la gracia”, no pueden creer que el evangelio del Reino se halla predicado en todo el mundo durante esa generación. Aquí están los versículos que sustentan el cumplimiento de esa señal: Romanos 1:8, Romanos 10:18, Colosenses 1:5-6 y Colosenses 1:23.

Lamentablemente caemos en la confusión de tomar literal lo que es simbólico, tendemos a contaminar nuestra percepción basados en una visión equivocada del mundo.

Cuando dijo Jesús en Mateo 24:14: “y entonces vendrá el fin”, no estaba hablando de tu fin amado hermano que lees estas líneas. Estaba hablando del fin de la Israel como nación del primer siglo, del fin de la ciudad santa y de la destrucción total del templo de Jehová. Todo eso ocurrió en el año 70 dc.

Debemos volver a revisar el fondo de algunas doctrinas, es necesario ir al fondo de la enseñanza de John Nelson Darby, buscar sus postulados y argumentaciones sin prejuicios o velos religiosos.

Buscar la verdad y someter lo que hemos aprendido a escrutinio, no debe ser confundido con falsas doctrinas y falsos maestros. Lo más importante es que tenemos la certeza que al final la luz brillará a todos los que aman a Jehová.

Quiero recomendarles un link que trae un artículo espléndido sobre las consecuencias de apostar por visiones del mundo (cosmovisiones) que no colocan a Dios en primer lugar:

https://reconstruccioncristiana.org/2018/10/18/una-vision-para-el-mundo-hispano/

Les bendigo…

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