Si el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios (Gen 1:26), entonces no sería descabellado pensar que el huerto que plantó Jehová en Edén fue hecho a imagen y semejanza del cielo.
Un pedacito de cielo en la tierra, ¿te imaginas?. Y si te digo que de eso se trata, de ¡extender el Edén (Cielo) por toda la tierra!.
Es nuestro menester ver y entender como Dios opera según modelos.
Jesucristo es el modelo del hombre perfecto, el tabernáculo en lo alto del monte fue el modelo para el tabernáculo del desierto, la nueva Jerusalén descrita simbólicamente en el Apocalipsis de Juan, es el modelo del cuerpo de Cristo alcanzando su plenitud.
No se trata de hacer carreteras de oro o mares de cristal en el cielo o en la tierra, sino, lo que eso significa como modelo en la renovación de todas las cosas. Las calles de oro (Ap 21:21) son modelo y representación de las obras de los hombres, que deben reflejar un valor incorruptible, obras que no se hacen por mezcla de intereses ocultos, sino, obras nobles que resisten mezclarse con lo que no conviene, estas obras no deben ser marcadas por egoísmos, sino, por el servicio del hombre para el hombre, mostrando así la gloria de Dios. El mar de cristal (Ap 4:6) es un modelo de paz, donde no hay engaño, ni conflictos, así es Dios y eso quiere para nosotros, ya no más aguas turbias de confusión en las aflicciones, ahora somos hombres en camino de renovación, cuyas intenciones son cartas abiertas que no dan cabida a la mentira.
El árbol de la vida, dispuesto a un lado y al otro del río que sale del trono de Dios, son todos los hombres que en Cristo alcanzaron la estatura del varón perfecto, y como cuerpo genuino de Cristo, sus frutos y sus hojas son para bendecir, servir y sanar a las naciones del mundo hasta su total restauración.
Dios se revela mediante su modelo perfecto, su Hijo, el que ha visto al Hijo a visto al Padre, son muchos los modelos que en toda la creación nos invitan a conocer a Dios, allí está nuestra alabanza como hombre, en conocerle y entenderle (Jer 9:23-24).
Te invito a escudriñar las escrituras, nos hemos excedido en ver muchas cosas de forma literal, y al final, terminamos por desvirtuar lo que nuestro Padre nos quiere revelar a través de sus modelos.
La independencia equivocada del hombre trastornó lo que debió ser un cielo en un infierno, sin embargo, desde que Cristo vino en las nubes y se presentó delante del anciano de días, la dependencia renovada del hombre basado en el modelo perfecto, ha venido restaurando progresivamente la nueva tierra y sus cielos (Ap 21:1) en el Edén que siempre debió ser.
El mundo y su sistema corrupto quieren engañarnos, haciéndonos ver que todo va de mal en peor, pero si das una mirada retrospectiva, te darás cuenta que el conocimiento y el entendimiento de Dios es cada día más grande, y que todas las cosas nos ayudan a bien.
Eres un árbol de vida, cree y el Señor hará el resto.