Esta palabra toca la sensibilidad de las personas en cuanto a la identidad. Desde el punto de vista conceptual el legado es la obra de vida que una persona deja a sus sucesores cuando este ya no puede continuar. Aquí debemos ser pragmáticos, y ver con objetividad lo que significa hablar de legado en el cuerpo de Cristo.
No existe legado en el cuerpo de Cristo porque Él vive y continúa su obra. Todos los ministerios funcionan para la única obra redentora de Jesucristo. Los hombres que hemos sido apartados para la edificación del cuerpo no dejamos legado. Si decimos que si hay legado entonces debemos preguntarnos: ¿de quién es la obra que se hizo?, ¿de Dios o del hombre?, por ejemplo: ¿Las santas escrituras son el legado de los hombres que dedicaron sus vidas a Dios?, o ¿es el testimonio escrito de la palabra de Dios?. ¿De quién es el templo o los templos que sirven a las congregaciones?, ¿son pasivos que dejan como legado los padres a los hijos o son de Dios?.