La esencia de esta palabra va mucho más allá de solo tener compresión sobre un tema en particular. En el hebreo esta palabra tiene un alcance más profundo y tiene que ver con tener intimidad en varios sentidos. El conocimiento precisa compartir las cosas como uno solo. Este es el verdadero significado de esta palabra, por eso dice la escritura en Jeremías 9:24: “Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”.
Conocimiento es intimidad, el que intima se hace uno con el otro, podemos saber la palabra de Dios de tapa a tapa, pero esto no implica necesariamente que le conozcamos.
Solo basta ver como se utiliza esta palabra en sus primeras apariciones en la escritura. En Gn 3:7 la vemos por primera vez mostrando la desnudez del hombre, es decir su propia intimidad, luego en Gn 4:1, 4:17 y 4:25 muestra la segunda faceta, el conocer íntimamente al prójimo…
Es evidente, ¿no te parece?, El Dios altísimo nos extiende su invitación, nos dice que nuestra gloria está en el conocimiento de Él y que si lo hacemos entonces nunca seremos destruidos (Jer 9:24 y Os 4:6).
La intimidad con Él no se logra de la noche a la mañana, se necesita acercamiento constante, se requiere devoción, esa misma que tú conoces cuando persigues lo que más quieres y no descansas hasta conseguirlo. Fuiste dotado para perseguir, solo debemos ser sabios y darnos cuenta que nos conviene perseguir la intimidad con Dios.